¿En tu hogar tienes un jardín o una terraza y piensas que no se le está sacando el provecho que debes? Muchas veces, esos metros cuadrados al aire libre se convierten en trasteros improvisados, junglas descontroladas o simples miradores al vacío. Pero con una buena reforma e ideas creativas, ese rincón olvidado puede convertirse en un oasis personal.
En este artículo te contamos cómo transformar tu espacio exterior en un auténtico paraíso, sin necesidad de tener una mansión con piscina infinita.
1-Adecuarlo a tu estilo de vida
Antes de comenzar con una reforma, hazte las siguientes preguntas: ¿cómo te gustaría usar este espacio? ¿quieres hacer barbacoa con tus amigos? ¿leer en una hamaca? ¿hacer tu propio cultivo? Cada hogar es un mundo, y cada reforma puede adaptarse a las costumbres de cada uno.
Si te gusta recibir gente, quizá necesites una zona chill out con sofás resistentes al exterior, una mesa amplia y, por qué no, una pequeña barra con luz ambiental. Si eres más de relax en solitario, una tumbona y algo de sombra pueden ser tus mejores aliados.
2-Zonifica para ganar funcionalidad
Aunque tengas pocos metros, dividir el espacio por usos es clave. Puedes crear un rincón para comer, otro para descansar y otro para plantas, incluso en una terraza pequeña. Juega con alfombras de exterior, jardineras, muebles o pequeños desniveles en el suelo para marcar zonas sin necesidad de levantar muros.
3-Materiales que aguanten lo que venga
A la hora de reformar una terraza o jardín, no te la juegues con materiales «de interior». Aquí el sol, la lluvia y el viento son los que mandan. La madera tratada, el composite, el aluminio o las fibras sintéticas son materiales ideales para suelos, muebles y estructuras.
¿Un consejo? Invierte en una buena impermeabilización del suelo. Una filtración mal resuelta puede ser una pesadilla.
4-Iluminación: la magia al caer la noche
Una terraza reformada puede parecer una película de Netflix cuando cae el sol, si la iluminación es la correcta. Las luces cálidas, indirectas y colocadas estratégicamente pueden transformar un espacio plano en uno lleno de encanto. Apuesta por apliques de pared, guirnaldas LED, faroles solares o incluso velas, si quieres un toque romántico.
5-Da lugar a lo natural
Aunque no seas la persona más aficionada de las plantas, un poco de vegetación es esencial. Aporta frescor, mejora el ambiente y hace que todo se vea más vivo. Puedes usar maceteros grandes con árboles pequeños, jardines verticales para aprovechar muros o incluso crear tu propio huerto urbano con tomates y albahaca.
6-Pequeños lujos que marcan la diferencia
¿Un toldo retráctil? ¿Una ducha solar? ¿Un suelo de tarima flotante con tratamiento antideslizante? A veces, un pequeño cambio eleva la experiencia al siguiente nivel. Incluso un banco a medida con almacenaje puede ser oro puro si no tienes mucho espacio.