En un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia energética gozan de gran notoriedad, la rehabilitación de edificios se instaura como una alternativa válida y razonable frente a la demolición.En lugar de destruir viejas estructuras, se puede obtener edificios viejos y mediante su rehabilitación mejorar su capacidad de eficiencia energética, permitiendo que el medio ambiente sufra los menos daños posibles. En este artículo, se profundizará en cómo la rehabilitación de edificios debe ser la vía para un futuro más sostenible en el sector de construcción.
¿Por qué elegir la rehabilitación sobre la demolición?
La demolición de edificios implica un proceso costoso y altamente contaminante, debido a su alto consumo de energía y gran producción de residuos como consecuencia. La extracción y el transporte de materiales para la construcción de nuevas edificaciones dan lugar al aumento de la huella de carbono y contribuye al agotamiento de los recursos naturales.En cambio, la rehabilitación de estos aprovecha los materiales existentes, lo que puede multiplicar el ahorro de recursos, reducir el impacto medioambiental y además suele ser una opción más económica.
Por otra parte, la rehabilitación de edificios preserva los valores patrimoniales, históricos y culturales de un edificio, también contribuye a la sostenibilidad al reducir la cantidad de desechos por la reutilización de recursos.En este sentido, reutilizar una estructura existente es una de las opciones más efectivas de conservación meteorológica y de ejercer menor presión sobre los vertederos.
Eficiencia energética en la rehabilitación
La mejora de eficiencia energética es, sin duda, uno de los factores más relevantes de la rehabilitación de edificios. Los edificios antiguos se construyeron sin tener en cuenta los principios de la eficiencia energética y esto ha provocado un alto consumo energético en calefacción, refrigeración e iluminación, esto se debe entre otras causas a la falta de aislamiento, sistemas de calefacción ineficaces y ventanas ineficientes.
La rehabilitación es una oportunidad para implantar soluciones modernas que, en gran parte, mejoran la eficiencia energética, como el aislamiento de fachadas y techos, ventanas de alto rendimiento, modernización de los sistemas de calefacción o el uso de energías renovables como, por ejemplo, la solar; este tipo de energía disminuyen los costes operativos de los edificios y benefician a sus propietarios y ocupantes.
Beneficios económicos de la rehabilitación
La rehabilitación de edificios proporciona una alternativa más económica si se compara con la demolición total de estos, dado que puede conseguir una reducción en los costos de la construcción e incrementa el ahorro a largo plazo por su mejora en la eficiencia energética. Además, puede ofrecer más valor a la propiedad.
Todos estos factores convierten la rehabilitación en una inversión viable tanto para propietarios como para desarrolladores.
El impacto social y urbano
La rehabilitación de edificios favorece a los barrios y comunidades ya que mantiene la identidad de los mismos y el patrimonio arquitectónico, hace regeneración urbana y consigue mejorar espacios abandonados. Esto contribuye a una mayor calidad de vida de los habitantes y a una generación de trabajo dentro de este proceso.