Dentro de la arquitectura moderna se ha incorporado el cultivo de jardines, abraza árboles y se funde con el paisaje queriendo dar a entender que siempre ha estado ahí. Se trata de proyectos arquitectónicos que integran la naturaleza en sus diseños de forma orgánica y diferente que crean una experiencia completa en tu propio hogar.
¿Arquitectura verde o arquitectura con alma?
La conocida arquitectura biofílica es aquella que busca una conexión real, profunda, entre el ser humano y la naturaleza. No es únicamente añadir un tejado verde o enredaderas de la fachada, se trata de diseñar espacios que respiren, que sean capaces de evolucionar con el entorno, respeten la biodiversidad y que ofrezcan una experiencia sensorial completa.
El principal objetivo de esta arquitectura es que el edificio no sea una invasión sino una extensión natural del paisaje.
Ejemplos que te harán querer mudarte ya mismo
-Bosco Verticale, Milán: Existen dos torres residenciales que se asemejan con dos jardines verticales. Cada balcón cuenta con su jardín particular, además ayudan a combatir la contaminación urbana.
-Fallingwater, Pensilvania: Es un diseño de Frank Lloyd Wright, es una casa construida sobre una cascada. Cuenta con el sonido del agua como un elemento más del hogar.
-The Interlace, Singapur: Es un complejo de viviendas que se asemejan a un montón de piezas de Lego gigantes apiladas. También cuentan con espacios verdes que se integran creando oasis urbanos.
-Liuzhou Forest City, China: Actualmente se encuentra en desarrollo, será una ciudad que estará completamente cubierta de plantas.
¿Por qué esta tendencia es más que estética?
La integración de la naturaleza en la arquitectura no sirve únicamente como embellecedor de espacios, también tiene beneficios para la salud física y mental: reduce el estrés, mejora la calidad del aire y fomenta el bienestar general de quienes habitan o visitan estos lugares.
Además, ayuda a combatir el cambio climático, regula las temperaturas de forma natural y favorece el retorno de las aves, abejas y otros seres vivos imprescindibles para el ciclo de vida. Es decir, no es una moda pasajera sino el futuro.
La arquitectura que integra la naturaleza en sus diseños es como un recordatorio elegante de algo que a veces se olvida, los seres humanos no están por encima de la naturaleza, sino que somos parte de ella. Y cuanto antes lo entienda la sociedad, mejor futuro tendrá.